La ira de los niños que viven en la miseria no la calmarán con video juegos, centros comerciales ni antidepresivos...


A- Lo nuestro no es nada comparado con la violencia de ustedes. El Estado los legitima…
B- ¿Qué hace con tanto dinero? Acumula cosas, enormes y caras… autos, una mansión, un yate… todo para que se sepa que usted es un privilegiado… ¿para qué quiere más?
C- Vivimos en democracia. No debo justificar las cosas que pagué con mi trabajo.
A- Falso. Vivimos en una dictadura capitalista. Lo que tiene, lo robó…
C- Puedo comprar más cosas porque trabajé más que los demás. Tuve las ideas justas en el momento justo. No soy el único, cualquiera puede conseguir lo mismo…
A- Todo un luchador, ¿no?
B- En Indonesia muchos trabajan como usted pero no ganan 30 millones, sino 30 euros por mes. Quizá tengan buenas ideas pero no tienen ni para el autobús.
C- Lo siento, no nací en Indonesia…
A- Es la base del sistema, explotar a los otros, así no pueden reaccionar…
C- El sistema no cambiará, está en la naturaleza humana no preocuparse por los demás.
Además, la mayoría de la gente sólo es feliz cuando compra cosas.
A- ¿Feliz? ¿Cree que la gente es feliz?... mire a su alrededor. Baje de su auto y camine por las calles. ¿Ve gente feliz? Parecen animales asustados… hay que verlos de noche en sus sillones… pegados a la TV… escuchando a zombis de moda que hablan de la felicidad perdida. Recorra la ciudad. Verá la mugre, el hacinamiento… las masas en los centros comerciales. Parecen robots. Nadie conoce a nadie. Buscan la felicidad… pero ustedes se la robaron. Esa es la realidad, y usted lo sabe…
Pero le tengo una novedad. La máquina está sobrecalentada. Su tiempo se agota. Nade en su tecnología de mierda. La gente está llena de ira. La ira de los niños que viven en la miseria… viendo cine norteamericano… las enfermedades mentales aumentan; asesinos seriales, almas destrozadas, violencia gratuita… no los calmará con video juegos y centros comerciales, ni con antidepresivos. Su sistema de mierda no se soporta más…

( de el film
Los Edukadores )


Xochipilli



Xochipilli, Príncipe Flor, el dios de la música, el canto y los placeres terrenales.

(Civilización Azteca - México)

Fito Páez - Del 63 (1984)



  1. Del sesenta y tres
  2. Tres agujas
  3. Viejo mundo
  4. La rumba del piano
  5. Cuervos en casa
  6. Sable chino
  7. Rojo como un corazón
  8. Canción sobre canción
  9. Un rosarino en Budapest

Este es el primer disco de Fito... ¡Cómo no tenerlo en cuenta si nos acompañó durante nuestra infancia, nuestras primeras canciones, los más lindos besos y amores!

Ricardo Vilca... por siempre



Por Karina Micheletto

La Quebrada de Humahuaca es inaprensible para el ojo del visitante. Un pueblo como Huamahuaca lo es, así fijado en el tiempo y el espacio, una perfecta postal de tonos ocres. Uno puede ir y volver a la Quebrada, admirar una y otra vez tanta belleza distinguible de lo conocido, pero nunca alcanzará a capturarla del todo. Los ojos del que llega siempre serán extranjeros, extrañados; tanto más si son los de esos visitantes que pretenden no serlo, en ese gesto siempre patético del disfrazado. El oído del visitante, en cambio, es capaz de captar algo de todo ese paisaje inaprensible; puede guardarlo en la memoria como una presencia cierta, verdadera. La música tiene esa virtud poderosa: la de tender puentes, y hasta hacer desaparecer distancias. Ricardo Vilca fue uno de los que ofrecieron, desde la Quebrada, algunos de esos puentes posibles. Refinada y típica a la vez, sabia, podría decirse, jamás domesticada, su música fue para muchos una forma de descubrir, conocer y admirar el paisaje quebradeño. Ricardo Vilca falleció ayer a los 54 años, tras sufrir una neumonía que derivó en complicaciones hepáticas. Su música seguirá contando y cantando a la Quebrada más allá de las fronteras regionales, aun cuando el mismo autor no quiso, no supo o no pudo dejar Humahuaca para encarar lo que hoy se conoce como carrera artística.

Entre los puentes que tendió Ricardo Vilca están los que llegaron a los más jóvenes junto a la música de Divididos o de León Gieco. Los primeros incorporaron, no bien lo descubrieron, su tema “Guanuqueando” (que Vilca había compuesto en honor a su amigo, el instrumentista Carlos Guanuco), invitándolo a tocar con ellos en varias ocasiones. Gieco le puso letra a su “Plegaria de sikus y campanas”, con un nuevo nombre, “Rey mago de las nubes”. En Humahuaca, y en ocasiones especiales como la fiesta del Tantanakuy, a Vilca lo hacía feliz mostrar esta obra con las campanas de la iglesia principal de su pueblo, las mismas que, según explicaba, influían determinantemente en la musicalidad con la que parecen nacer dotados todos los lugareños, que “escuchan y aman este sonido desde la panza de las guaguas”, según decía Vilca, en el tono bajo de su voz.

Hijo de un empleado del ferrocarril que fue maquinista de una locomotora a vapor, Vilca fue incorporando a su música los sonidos que lo rodeaban. El viento y el silencio profundo de la Quebrada, el vuelo de las aves y el andar de las llamas, y también las campanas de la plaza, o el tren que llevaba a su padre, suenan en su música. Por eso hizo canciones como “El último tren”, que llevan el sonido de la máquina en marcha. “En la Puna cada ruido merece su atención. Yo los escucho, me inspiro y los musicalizo”, explicaba en una entrevista a este diario. También supo incorporar la música clásica, que amaba y admiraba: en su “Homenaje a Bach”, por ejemplo, hizo sonar y bailar a Johann Sebastian en plena Puna.

Compositor, cantante, guitarrista, Vilca fue también maestro de música, un oficio que, ejercido en lugares como Humahuaca o Tilcara, lo transformó en maestro rural, y en San Salvador de Jujuy lo llevó al conservatorio. Tenía “estrategias” para enseñar. Entre otras, el Himno Nacional y “Aurora” en ritmo de carnavalito. “A los alumnos no les gusta cantar el Himno tradicional. Se aburren. En cambio así lo cantan, aprenden y se divierten”, explicaba. Contaba que su música también se había nutrido de su labor docente. Todos los domingos, religiosamente, actuaba en la Casa del Tantanakuy de Humahuaca, “un honor para el lugar”, tal como lo recuerda con agradecimiento el músico Juan Cruz Torres, coordinador de ese centro cultural.

Antes de hacer su propia música, Vilca tocó en conjuntos como Sonido Libre, donde abundaba la cumbia. Con el grupo Ricardo Vilca y sus Amigos grabó los discos Música del Altiplano. La Magia de mi raza (1993), Nuevo día (2000) y Majada de sueños (2003). Películas de distinta calidad también llevan su música, que en ocasiones termina siendo un paisaje más verdadero que el de esas imágenes consumidas por extranjeros con ganas de exotismo en museos de la Recoleta: Río arriba, de Ulises de la Orden (que sigue en cartel en el Malba); Una estrella y dos cafés, de Alberto Le-cchi; El destino, de Miguel Pereyra, que se estrena el próximo jueves. Entre los reconocimientos oficiales figura el que en 1983 recibió de la Unesco, por su contribución cultural a la Quebrada.

El municipio de Humahuaca declaró tres días de duelo con la bandera a media asta e invitó a un cese de actividades en el sector privado para despedir hoy los restos del músico. Ayer, mientras el sol se ponía, los amigos músicos de Vilca (los integrantes del grupo Ricardo Vilca y sus Amigos, pero también todos los músicos de Humahuaca, que, se sabe, son muchos) esperaban la llegada de los restos desde San Salvador de Jujuy, donde Vilca había sido internado hacía dos semanas. Iban a despedir al amigo con su música, transformando la pena en un baile compartido. (Tomado de Página/12, 20 de junio de 2007)




Guanuqueando (dedicada a Carlos Guanuco)

Verteros de labios quebrados
Zampoñas y quenas sonando
Antiguo respiro en la boca
Besos, besos de mi raza.
Perdido en la noche el silencio
La tarde que se hace distancia
Misterios que el tiempo descifra
Ése, ése es su respiro.

Siento, quenas que en el viento huyen
Trayendo amores y silencios de las peñas
Que encierran el sol en su corazón.

Entre airampos de luna
Zampoñas que en el viento huyen
En viaje buscando el cielo un cóndor va
Como mi ser resucitará buscando la luz.

Siento quenas que en el viento huyen
Trayendo amores y silencios de las peñas
Que encierran el sol en su corazón.




La Conversa - El Agujero (2005)



  1. Mi retrato
  2. El agujero
  3. Para ser tamborero
  4. La atrapada
  5. Tu misterio
  6. Cada persona
  7. Reina verde
  8. El suceso
  9. Bienvenida
  10. Lo que quiera encontrar
  11. Zamba nocturna
  12. La PerezSosa
  13. Reseña de una mosca
  14. La plaza, las moscas
  15. Pozo profundo
  16. Adelante
  17. De la montaña
  18. Procesión

Mi Retrato


Miro mis ojos y veo los tuyos,

llevan el brillo de tu inspiración.

Miro en mis ojos el azul del cielo,

y un barquito navega en mi cariño.


Miro mis ojos y veo los tuyos,

vuelo de colores sobre mi piel.

Miro mis ojos y veo los tuyos,

un arco iris pintado sobre tu cara,

tu pelo y mi alma.


Miro mis ojos, veo los tuyos,

en mi retrato, tu corazón.


Y se ilumina el pincel, con cansancio fiel,

obrero de mil ojos de miel.


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Blanche D





Blanche D.


Lavar todo con cloro, contra nosotros.

La primavera viene como una guirnalda

china y sin pasado.

La primavera viene,

flores de ácido en una placa de metal.

Afuera, siesta agria,

afuera, el tiempo,

un resplandor agita las cortinas.

“Yo había pedido rosas.” “Rosas, dije.”

¿Qué clase de hotel es este?

Mis minutos pasan sin mi vida.

Sueño con tigres, el tiempo se detiene

sobre detalles, puntos: accidentes,

sobre luminosas cicatrices.

Y mi poesía es como la tintura

del pelo de un cadáver.

¿De dónde sacan los locos su alegría?

Dibujan corazones,

esperan otra cosa que la muerte.

Cuando me muera, ¿habré significado?

Desayunaba yo con una rosa

siempre fresca, siempre diferente;

¿Podré con el horror de un jarro de metal?

Aquí, se está sin sombra.

Nos han arrancado las palabras como dientes.

(Beatriz Vignoli, Soliloquios)


Silencio



La vida, tan compleja ella, ofrece distintas posibilidades sobre el silencio.

Silencio por un duelo, silencio por la soledad en que nos encontramos, silencio porque no hay nada que decir, silencio como parte de la notación musical…

Pero el silencio no es unívoco, no reconoce un solo significado. El silencio es una construcción cultural, un modo humano de ver, entender y reaccionar ante ciertos eventos, ante ciertas “cosas” de la vida.

Podemos asegurar, de todas maneras, que el silencio no es la ausencia de sonido.

De ninguna manera.

El silencio habla.

El silencio grita, aturde.

El silencio es a veces la ominosa, oscura, vergonzante, temblorosa cortina de las agachadas, de las miserias personales o sociales.

¿O no grita el silencio que reina sobre los campos de concentración, ahora vacíos, en cualquier parte del mundo?

¿O no dice el silencio que muchos asesinos guardan ante la acusación, ante el veredicto o ante la mismísima impunidad?

Jaque al Rey cree que el silencio calla lo que no se puede o no se quiere gritar. Y sin embargo, grita… vaya contradicción ¿no?.

TODAS las sociedades tienen silencios.

Mala noticia.

Muy mala noticia.

Julio López está tapado de silencio y sin embargo grita…

¿Escuchás?


Ayudanos a romper la cadena de silencio que rodea la desaparición de Julio López. Reenvía este mensaje a todos tus contactos. Entre todos podemos mover el tablero. Jaque al Silencio. Jaque al Olvido. Jaque al Rey. (www.jaquealrey.org)


Savia Nueva - Deja la vida volar... (1975)


  1. Paloma.
  2. Coplas para la pascua.
  3. Deja la vida volar.
  4. El cantar tiene sentido.
  5. Pajarito herido.
  6. Rosaura Lindaura.
  7. Pehuenche.
  8. El canelazo.
  9. Que se vengan los chicos.
  10. Décimas del folklore.
  11. Qué palabra te dijera.
  12. Tapacarí.

Savia Nueva
es un conjunto boliviano al que todo amante de nuestra música latinoamericana no puede dejar de escuchar. Este es su primer trabajo discográfico, de 1975, actualmente reditado. El título hace referencia a la canción homónima de Víctor Jara, incluída en el trabajo.
Una de las piezas más conocidas es Paloma, de Savia, grabada por varias agrupaciones; entre ellas Arak Pacha, grupo chileno que la incluyó en Por los senderos del indio, logrando una versión espectacular.

Luna Monti y Juan Quintero - Lila (2006)



  1. Garzas viajeras.
  2. Verde romero.
  3. Confesiones del viento.
  4. Cuando.
  5. El Cosechero.
  6. Rosario Pastrana.
  7. De ida y vuelta.
  8. Yerba buena.
  9. Caminito.
  10. Maricón.
  11. Canción de mi ciudad.
  12. Airé seré.
  13. Al cimbrar de la vida.
  14. Chipá.
  15. Por la calle abajito.
  16. El niño caníbal.
  17. Puentes.
  18. Gato castigao.
  19. Versos chiquititos.

Este es el último trabajo del dúo tucumano que actualmente reside en Buenos Aires. Para quienes no lo conocen, recomendamos escuchar atentamente los arreglos de una de las canciones más lindas del disco, Cuando, compuesta hace ya unos cunantos años por Jorge Fandermole, canta autor nativo de Rosario, provincia de Santa Fé. Puentes y Versos chiquititos son otras de las canciones bellísimas, con una poesía insoslayable; y Chipá, cuya letra describe la receta de la tradicional comida.
El disco está dividido en dos partes. La primera (temas 1 al 13), y una segunda parte especialmente pensada para los más chiquitos (14 a 19) En la edición original se presentan dos cd's con la misma división.




K'ala Marka - Grandes Éxitos (2006)



  1. Jaguar.
  2. Padre.
  3. Sabor caliente picante.
  4. Amazonas.
  5. América.
  6. Compañera.
  7. Aguas claras.
  8. Cuando florezca el chuño.
  9. Bolivianita.
  10. Llamerada.
  11. Mamita.
  12. Raíces.
  13. Baila caliente.
  14. Ama Sua Ama Kella Ama Lulla.
  15. Esmeralda.
  16. Mlakuwawapa.
  17. Corazón de piedra.

K'ALA MARKA fue fundado en 1984 en la ciudad de La Paz, Bolivia, por Hugo Gutierrez y Rodolfo Choque, desarrollando en una primera fase una investigación de la música indígena y posteriormente creando un estilo propio, con nuevos sonidos, nueva poesía , nuevos efectos, y una nueva personalidad musical que en el transcurso del tiempo les ha valido para consolidarse como unode los grupos latinoamericanos mas importantes de los últimos años.
Su estilo musical se define por la perseverancia de los sonidos, instrumentalización andina y la introducción complementaria para algunos de sus temas de instrumentos electrónicos y digitales. Estos nuevos aportes a la evolución musical de sus características indígenas y de preservación de la naturaleza , les ha permitido entrar y mantener un éxito muy importante en diferentes paises de Europa, América, Asia, y Africa constituyendose en el grupo latinoamericano de mayores logros artísticos en su publico y la critica internacional, con una participación permanente en los mas importantes festivales y salas o programas de televisión, llevando dignamente la representación de sus origenes.
De igual manera en Bolivia es considerado como el grupo musical mas popular, sobre todo en la juventud, habiendose hecho merecedores de
Discos de Oro y Platino por el récord de ventas de sus diferentes álbumes musicales.

Urubamba (1973)


Era el año 1965 y el grupo “Los Incas”, de Jorge Milchberg, estaba en su apogeo.
París
era, por aquel entonces, La Meca del folklore sudamericano, al que se sumaban todos los músicos llegados de allende los mares, bien en peñas, o por las calles del Barrio Latino parisino; especialmente en el punto de encuentro por ellos preferido: L´Escala.
Fue entonces cuando, en el transcurso de un concierto en el Théâtre de l'Est Parisien , coinciden en concierto con el músico Paul Simon, del dúo Simón y Garfunkel, que les propone hacer una producción, deslumbrado por su sonido, y pasan a llamarse, por cuestiones legales, Urubamba .
Esta coincidencia cambiaría sus vidas para siempre.
Jorge Milchberg, su director, compuso y arregló muchísimos temas, pero uno en particular le daría la fama mundial: la recopilación de una melodía tradicional del folklore peruano, datada en el S.XVIII, titulada “Soy la paloma que el nido perdió”, a la que Paul Simon puso la letra en inglés (If I could, como aparecería posteriormente en sus discos).
Posteriormente Urubamba colaboró en otras canciones del músico americano, como Duncan, y grabaron temas en vivo, además del famoso Cóndor Pasa, como Kacharpari, o “Muerte en Santa Cruz”, todos ellos reflejados en el álbum doble “PAUL SIMON IN CONCERT LIVE COMPOSIN' AND THE BAND", grabado en vivo en el Tokyo Budokan, de Japón, el 20 de febrero de 1974, así como en otro disco titulado Live Rhymin´, también en riguroso directo.
El grupo que realizó las giras mundiales lo formaban, Jorge Cumbo, un músico argentino que llegó a París como aventurero y aprendió a tocar la quena en las peñas y en la calle, Emilio Arteaga, un uruguayo que empezó con la percusión y alcanzaría con el tiempo gran maestría en el charango y en otros instrumentos como la antara (flauta de pan), Uña Ramos, un humahuaqueño que alcanzaría gran fama posteriormente como solista debido a su particular sonido en la quena, y Jorge Milchberg, en charango y dirección dirección.
Aunque esta misma formación, en ese orden, se puede ver en la fotografía que aparece en la portada del disco “Urubamba”, este magnífico y único trabajo discográfico que tiene el grupo lo grabaron en 1973 los siguientes músicos : Martín Torres a la guitarra, Uña Ramos, flautas , y Jorge Milchberg en el charango y dirección , contando con la participación del talentoso percusionista Airto Moreira, y sobre todo la ayuda inestimable de Paul Simon en la cabina de sonido y Phil Ramone en la técnica.....

( tomado de http://galeon.hispavista.com/tinobbrodard2/)

  1. Urubamba.
  2. El corazón del Inca.
  3. Canten cantores.
  4. Fugitivo en el altiplano.
  5. El eco.
  6. Caballo de madera.
  7. Kacharpari.
  8. Campanas de Santa Cruz.
  9. Buena nueva.
  10. Para Pelusa.
  11. Uña.

Quilapayun - Darle al otoño un golpe de ventana para que el verano llegue hasta diciembre (1981)


  1. Comentarios y deseos.
  2. Darle al otoño un golpe de ventana...
  3. Entre morir y no morir (con Catherine Ribeiro)
  4. Balada del hombre que se calló la boca.
  5. Playa del sur.
  6. Lunita de lejos.
  7. Caminante, sigue.
  8. Cuándo, Valparaíso.
  9. Memento.
  10. Monólogo de la cabeza de Murieta.
  11. Locomotora.
  12. Niño araucano.
Un trabajo no tan difundido de los Quila, con bellas canciones como Lunita de lejos y Memento.


Alí Primera - Grandes Canciones II



  1. Basta de hipocresía.
  2. Camarada.
  3. Canción panfletaria.
  4. Canción para los valientes.
  5. Canción para Mercedes.
  6. Cuando las águilas se arrastren.
  7. El cantor de Bolivia.
  8. Esclavos de esclavos.
  9. Esconderse en la flor.
  10. Estar cerca del Riachuelo.
  11. Hay que aligerar la carga.
  12. Juanita la lavandera.
  13. La patria es el hombre.
  14. Los dos pichones morenos.
  15. Los pies de mi ñiña.
  16. Sólo para adultos.
  17. Tía Juana.
  18. Tonada de un pueblo amanecido.
  19. Tu palabra.
  20. Vas caminando sin huellas.
  21. Yo vengo de donde usted no ha ido.

El Segundo volumen de Grandes Canciones de Alí Primera. Esta vez, acompañado de la carátula del disco Al pueblo lo que es de César.



Alí Primera - Grandes Canciones I




1-Agua clara Nicaragua.
2-Al pueblo lo que es del césar.
3-América Latina obrera.
4-Amor en tres tiempos.
5-Canción en dolor mayor.
6-Canto Oriental.
7-Caña clara y tambor.
8-Comandante amigo.
9-El despertar de la historia.
10-El gallo pinto.
11-Inolvidable Ho Chi Minh.
12-La guerra del petróleo.
13-La patria buena.
14-Madre, déjame luchar.
15-No basta rezar.
16-Tania.
17-Techos de cartón.
18-Vamos gente de mi tierra.
19-Vístanse de fiesta.
20-Yo no se filosofar.

En este primer volumen una veintena de canciones de "EL Cantor del Pueblo Venezolano." Adjuntamos la carátula del disco Con el sol a medio pelo. Que lo disfruten.


Por Cuba y Vietnam - Rolando Alarcón (1971)




1-Pregúntale a Cuba, hermano.
2-Sin bandera.
3-Se llama Fidel.
4-Carta al Che.
5-En el Valle del Yuro.
6-Las doradas colinas de Bin Thuan.
7-Hermano, hermano... llorarás.
8-Su nombre puede ponerse en verso.
9-Algún día, Vietnam.
10-Cueca por Vietnam.


Material del compositor chileno de alto valor histórico y artístico. Para quienes no lo ubican, una ayudita: tal vez habrán escuchado en alguna ocasión canciones de la Guerra Civil Española -como Canción de los soldados- interpretadas por él.

Pobrecito mi país, de Los Guaraguaos (1980)





Junto al disco que aquí presentamos, agregamos un puñado de canciones pertenecientes a otros trabajos de Los Guaraguaos (Venezuela).
Podrán escuchar algunas de las piezas que fueron incluídas en el film de Luis Mandoki sobre la guerra civil en El Salvador, Voces Inocentes www.vocesinocentes.com

  1. El cangrejo.
  2. Campesino de mi patria.
  3. Hermano dame tu mano.
  4. Pobrecito mi pais.
  5. Canta, cantor.
  6. Canción para ti.
  7. Clemencia.
  8. Madre.
  9. Sentimiento isleño.
  10. Obrero acepta mi mano.
  11. Techos de cartón.*
  12. Pobrecito mi país.*
  13. El sombrero azul.*
  14. Soldado amigo.*
  15. Voy camino de mi tierra.*
  16. Caminante.*
  17. Otra vez.*
  18. Perdóneme tío Juan.*
  19. Porqué no unirnos?*
  20. Que vivan los estudiantes.*
  21. Caña clara y tambor (por Alí Primera)*
  22. No basta rezar.*
  23. El campesino.*
  24. Qué pasa en el mundo.*
  25. Iré cantando.*
  26. Nunca la esperanza.*
  27. Obrero acepta mi mano.*
(* extras)



ESENCIAL, nuevo disco de Inti-Illimani (2007)





1- Arroz con cocolón.
2- Danza verde.
3- Danza Mediterránea.
4- El lazo.
5- Montilla.
6- Lanto de luna.
7- Tacacoma.
8- Tan sólo amando el hombre camina.
9- Corocora con tucán.
10- Cantares invisibles.
11- Canzone de pescatore.
12- Doña Flor.


Aniversario de “La noche del apagón” en Ledesma.

“En esa época, quien disponía de la energía para todos los pueblos era el ingenio Ledesma, ellos eran quienes distribuían la luz”, explica Julio Gutiérrez, miembro de CAPOMA (Centro de Acción Popular Olga Márquez Arédez por los Derechos Humanos).

Esta organización funciona actualmente en una parte de la casa de Olga Márquez de Arédez, una luchadora incansable que falleció en 2005, esposa del médico Luís Arédez, quien fue arrancado de su casa la noche del 27 de julio.

La vinculación entre el ingenio Ledesma y el accionar del aparato represivo fue denunciada por numerosos testigos y no se limitó solamente a facilitar los cortes de luz para que el operativo quedara en la sombra.

“Corrí hasta mi casa y vi las camionetas de Ledesma actuando con total impunidad, acorralando gente y llevándosela en sus móviles. Luego eran conducidas a la base de Gendarmería que estaba adentro del ingenio”, testificó Ricardo Arédez, hijo de Luis y Olga.

Las 400 personas que se secuestraron esas noches tuvieron diferentes destinos. Algunas fueron trasladadas al penal de la ciudad de Jujuy, y muchas de ellas derivadas al centro clandestino de detención Guerrera. Algunas fueron liberadas a los pocos días, otras paseadas por varias cárceles y centros clandestinos del país durante meses, y treinta continúan desaparecidas.


Ernesto Saman, uno de los que vivió para contar la historia

Fue uno de los centenares de secuestrados y detenidos entre la semana del 20 al 27 de julio de 1976 en Ledesma. En diálogo con télam.com.ar, relató los momentos de terror que vivió durante su cautiverio.

Ernesto Saman fue una de las casi 400 personas secuestradas y detenidas entre la semana del 20 al 27 de julio de 1976 en el partido de Ledesma, Jujuy. Después de pasar por distintas unidades penales y por el centro clandestino de detención Guerrero, fue liberado en abril de 1978.

“Las marcas son de todo tipo, físicas, psicológicas y sociales, porque todavía hoy la sociedad de Ledesma sigue siendo muy cerrada”, explica Ernesto, a quien todavía le tiembla la voz cuando comienza a relatar los hechos. En aquel entonces tenía 23 años y era empleado administrativo en el ingenio Ledesma. Estaba casado y tenía un bebé de siete meses.

Cuando el 20 de julio de 1976 se produjo el primer apagón, él se encontraba festejando el cumpleaños de su madre en la casa de ella. Al principio no los sorprendió, así que sacaron velas y continuaron con el agasajo, pero a los pocos minutos comenzaron a escuchar el movimiento de los autos que frenaban y arrancaban velozmente, y seguido a esto los gritos y los ruidos de las puertas pateadas. Entonces comenzó a invadirlos el miedo y Ernesto decidió que pasarían la noche allí.

Al día siguiente, cuando fue a su casa –vivían con su abuela- le dijeron que lo habían ido a buscar a la noche y que le habían dejado una nota diciéndole que se presentara a la seccional 24 de policía. Y Ernesto, que ni siquiera sospechaba que Argentina estaba en el mismo infierno, se presentó.

“Ahí me dijeron que quedaba detenido a disposición de las autoridades militares, y me enteré del raid de la noche anterior. Escuché que habían levantado por lo menos a 200 personas y que algunos ya habían sido trasladados a Jujuy”, recuerda.

A las 14 fue trasladado a la central de policía de Jujuy, a donde lo ingresaron por la puerta de atrás. Allí, el jefe de la central de operaciones de la policía, Ernesto Jaig, y el subcomisario, Damián Vilt lo recibieron a golpes, le ataron las manos, y lo tiraron sobre una cucheta donde pasó toda la tarde.

Antes de la noche lo trasladaron en un Ford Falcón del Ejército a su futuro destino: el centro clandestino de detención Guerrero. “Eso lo pudimos identificar recién en 1984, porque alcanzamos a ver que íbamos por la ruta 9”, explica.

El número 56

Al llegar a Guerrero, Ernesto se convirtió técnicamente en un desaparecido. Su familia desconocía su paradero, estaba incomunicado y al ingresar le quitaron el documento y asignaron un número.

“A partir de ahora sos el 56”, recuerda y agrega: “Te juro que todavía tiemblo cada vez que lo cuento. Yo llegué a escuchar hasta el número 108”.

Después de sacarle los pocos objetos personales que le quedaban lo tiraron sobre otras personas y recién entonces comenzó a reconocer gente y empezó a entender que estaba secuestrado, lejos de los derechos civiles y lejos de la libertad.

La historia allí adentro es conocida porque el accionar del aparato represivo, que incluía tortura física y psicológica, fue un común denominador de todos los centros clandestinos que se extendieron de norte a sur del país.

Vendados, tabicados, golpeados, hacinados, hambrientos, desposeídos de sus bienes y de sus identidades, muchos de los desaparecidos de los apagones estaban en Guerrero, resistiendo el dolor.

“El obispo José Miguel Medina estaba en las salas de tortura. Yo escuché que estaban llevando a declarar y pedí que me llevaran porque quería explicarles que yo ya no militaba en ningún lado. Se declaraba al lado del baño, en una habitación donde había un tipo que te hacía preguntas mientras los demás te torturaban”, explica detalladamente, sin poder y sin querer borrar los detalles de su mente.

“Yo creo que pensaron que estaba vinculado con la guerrilla tucumana porque yo había estudiado en Tucumán, pero yo no militaba. Y obviamente no me creían. Yo estaba vendado pero me ponían delante a compañeros que me acusaban de estar en el ERP que seguramente estaban presionados. Hasta que uno dijo que yo no andaba en nada”, cuenta.

Allí estuvo 13 días, hasta que al principio de agosto, los trasladaron de vuelta a la policía central. Y de ahí a la comisaría de Villa Gorriti en Jujuy donde quedaron a disposición del PEN.

Aparecidos, pero subversivos

Cuando llegaron a las celdas que tenían asignadas en la comisaría había un cartel arriba que decía “subversivos”. Dos semanas después volvieron a ver al obispo Medina, quien en su homilía no perdió el hábito de “apretarlos”.

“Muchachos, ustedes no hablaron y tienen que hablar, yo me ofrezco a pasar por cada celda a escucharlos. Lo que las fuerzas de seguridad están haciendo es por la patria”, les dijo, esta vez, amistosamente.

Como eran presos “legales” podían tener comunicación con la familia por carta.

El 7 de octubre los trasladaron nuevamente, esta vez a la Unidad 9 de La Plata. “Allí llegamos 78 hombres jujeños, entre ellos el médico Luis Aredes. A las mujeres que habían estado con nosotros en Guerrera las llevaron a Devoto. Allí nos trataron mejor porque estaba Amnesty y la Cruz Roja Internacional que iban de visita al penal”.

Y vueltos a desaparecer

En julio de 1977 el presidente de facto Jorge Rafael Videla inició una “gira” por el norte del país. Como una forma de asegurarse que no fuera a haber ningún atentado –sobre todo en la zona noroeste- las fuerzas armadas trasladaron como “rehenes” a dos o tres personas de las distintas provincias que conforman el Tercer Cuerpo del Ejército.

Entre ellos estaba Ernesto, quien fue sacado de la U9 de La Plata, y llevado hasta Córdoba, donde se encontró con compañeros de otras localidades.

“Lo hicieron sin decirle nada a nuestra familia, para quienes volvíamos a estar desaparecidos, fue terrible para ellos, y también para nosotros, porque en cada traslado pensábamos que nos iban a matar – recuerda – cuando llegamos a destino nos informaron que éramos rehenes y que si le pasaba algo a alguien del ejército nos fusilaban. Esos días estuvimos incomunicados”.

¿El fin de la odisea?

En octubre de 1977 lo llevaron a Sierra Chica, Partido de Olavarría, en Buenos Aires. Fue una nueva aparición. Allí los detenidos reanudaron el contacto con sus familias, les permitían salir al patio a tomar sol y hasta les dejaban leer el diario.

“Un día leo en el periódico que me iban a liberar. Empiezo a preguntar y me dicen que sólo falta la aprobación del ejército”, explica.

La libertad llegó el primer domingo de abril de 1978. “Salimos con dos compañeros, no teníamos ni plata, ni ropa. Era un domingo, me acuerdo perfecto porque era día de visita. Lo primero que hicimos fue ir a un bar y pedir una gaseosa, y la gente se agolpaba para pagarnos, fue muy emocionante”, recuerda.

De Olavarría, Ernesto fue primero a Buenos Aires, y después consiguió ir a Córdoba con un compañero. Allí durmió una noche, y consiguió pasaje para ir a Jujuy en tren.

“Cuando llegué a Jujuy mucha gente se había ido. Yo decidí quedarme porque allí estaba mi mujer con mi hijo”, explica justificando su permanencia. Y agrega: “Nos costó mucho insertarnos socialmente Cuando me veía venir la gente cruzaba de vereda y no faltó quien comentara por lo bajo ‘algo habrán hecho’”.

Al poco tiempo consiguió nuevamente empleo en el Ingenio Ledesma, pero ahora como obrero de limpieza. Luego pasó a ser ayudante químico. Hasta que en 1981 tuvo la posibilidad de hacer un curso de Educación Física y comenzó a dar clases a la vez que a estudiar para maestro de grado. Finalmente se recibió y dio clases en Libertador General San Martín.

“Acá una de las peores cosas que dejó la dictadura fue la cultura del miedo. Yo tuve un poco de miedo al principio, pero cuando las vi a las madres luchando enseguida me plegué a ellas”, explica.

Hoy, además de ser un reconocido docente del pueblo, es uno de los sobrevivientes que trabaja en la lucha por mantener viva la memoria y por buscar justicia


Olga Márquez de Arédez, un pilar de la lucha

Fue uno de los signos más emblemáticos de la lucha por la memoria, la verdad y la justicia. Desde que organizó en 1983 la primera marcha para reclamar por la aparición de su esposo hasta que murió, en 2005, no dejó de dar testimonio.

Olga Márquez de Arédez fue uno de los signos más emblemáticos de la lucha por la memoria, la verdad y la justicia de Ledesma. Desde que organizó en 1983 la primera marcha alrededor de la plaza para reclamar por la aparición de su esposo - secuestrado el 27 de julio de 1976 en una de las noches de Los Apagones- hasta que murió en 2005, no dejó de dar testimonio.

El matrimonio Arédez, Olga y Luis, llegaron a Libertador Gral. San Martín en 1958. Venían de su tierra natal, Tucumán, pero decidieron probar suerte en esa parte del noroeste argentino.

Al poco tiempo de llegar, Luis consiguió trabajo en el Ingenio Ledesma, empresa que controlaba y -aún controla- la economía de la zona. Él era médico y su primer enfrentamiento con los dueños de la firma fue por reclamar mejoras en las condiciones sanitarias de los trabajadores de la zafra. Pero esta no fue su única “conducta sospechosa” ante los ojos de sus patrones: también brindaba atención gratuita a las familias pobres.

Unos meses más tarde fue despedido por “proporcionarle demasiados medicamentos a los empleados”. La relación con el Ingenio Ledesma había terminado, o al menos eso era lo que Arédez creía.

Por su trabajo social, rápidamente fue querido y respetado en el pueblo, donde llegó a ser intendente hasta que, ni bien instalada la dictadura, fue secuestrado por unos meses y liberado. Pero poco tiempo después, el 27 de julio de 1976, fue llevado de su casa nuevamente, y esta vez en forma definitiva.

“Yo recuerdo que lo vi en octubre de 1977, cuando nos trasladaron de la cárcel de Villa Gorriti de Jujuy a la Unidad Penal 9 de La Plata”, señaló Ernesto Samán, un sobreviviente de “La noche del Apagón”.

Si bien algunos de sus compañeros han testimoniado que estuvo con vida hasta 1977, en un momento se perdió el rastro y hoy es un integrante de la lista de desaparecidos argentinos.

Fue entonces cuando Olga, quien había quedado sola con sus cuatro hijos, comenzó a luchar para averiguar dónde se encontraba su marido. Primero estuvo acompañada, pero con el tiempo, el miedo, la resignación o el cansancio se fueron apoderando de sus compañeras y se fue quedando sola.

“Recuerdo que la veía dando vueltas sola en la plaza cada jueves y me llamaba mucho la atención. Hasta que un día me acerqué y comenzamos a hablar y me contó su historia”, relató Julio Gutiérrez, miembro de CAPOMA (Centro de Acción Popular Olga Márquez Arédez por los Derechos Humanos).

Y así, pese a las advertencias que le hacían de que no se acercara a ella - aún cuando la dictadura había caído ya hacía al menos tres o cuatro años – Julio se hizo amigo de Olga y de sus hijos y, junto a otros jóvenes, empezaron a colaborar con las madres de Ledesma.

Pero además de la lucha por la aparición de su esposo, acompañó todos los reclamos de justicia que pudo e impulsó un juicio contra la empresa Ledesma para que cese la contaminación de bagazo –el desecho de la caña de azúcar- que los enfermó a ella y a tantos de sus vecinos.

Las jornadas anuales en memoria “La noche del Apagón” son también su legado, una actividad que hoy continúan quienes la conocieron, la admiraron y aprendieron de ella el valor de la militancia por los derechos humanos.

“Era una mujer con mucha fortaleza. Cuando nosotros nos emocionábamos ella nos decía: compañeros, ya hemos llorado bastante, ahora hay que seguir para adelante, hay que continuar con la lucha”, recuerda –emocionado- Samán.

Olga Márquez de Arédez murió en Tucumán, el 17 de marzo de 2005, como consecuencia de un tumor en sus pulmones, provocado por el bagazo.

¡NI PERDÓN NI RECONCILIACIÓN!
¡JUICIO Y A CASTIGO A TODOS LOS RESPONSABLES POLÍTICOS Y MATERIALES!

Arak Pacha










Para descargar el disco debes pinchar el link; una vez en la página RAPIDSHARE vé hacia el final de la misma, presiona FREE. Luego, marca el código y listo! Los archivos están comprimidos, por lo que tendrás que contar con Winrar.
Este es el último trabajo de Arak Pacha, en el que se puede escuchar la voz del fallecido Eric Maluenda, ex-Illapu. (El disco está completo y con excelente sonido)


Toma mi voz...





"Toma mi voz entonces,

hagamos con tu sangre

venganza y poesía,

vistámonos de patria,


callémonos cantando

canciones de Victoria"






Palimpsesto


Palimpsesto

(Patricio Manns - Horacio Salinas - José Seves)


Huelga deciros que yo os quiero más
en la profunda pulpa de antesueño,
cuando el glaciar se reconvierte al sol*
y se nos va la esperma en el empeño
y se nos cuaja el ceño de cenizas
ávidas de hendir el cavilar del leño.

Huelga deciros, Libertad Osuna,
que os sueño arando en hierro y sabio azote,
volviendo a errar y a herrar sin miramientos
sobre un caballo y sobre un brioso brote,
que es una forma de entender amar
y otra jornada que vencéis al trote
con ansia de echar**
la tierra a mugir,
la luz a rodar.

Huelga dudar que Libertad amando
me vuelva a herir la gana regresando.

Qué hambre tener que Libertad Osuna
os una en la memoria del ultraje,
os rememore y os despierte al vuelo,
os calce el corazón con los corajes,
os arremeta sin parar la estancia
oscura en que bebéis
la injuria y su brebaje.

Qué hombre volver para que Osuna libre
libre su nombre y su veloz corpiño,
su vientre cuarzo y su agonía historia
y sus cadenas, su reloj, su niño
y os avecine, os una, y os ausculte
con sus dos manos y sus tres cariños,
y su refulgir,
su oficio de herir
la luz por venir.

Si nos va a arder la gana en toda luna
y hemos de andarla juntos tierra a tierra***
que en las raíces Libertad nos una.


* En el disco ”Palimpsesto” Inti-Illimani canta: cuando el glaciar se reconvierte en sol.
** Tanto en el disco ”Palimpsesto” como en el disco de Quila+Inti, ”Música en la memoria”, dicen: con ansias de echar.
*** En el disco ”Palimpsesto”: y hemos de andarlas juntos tierra a tierra.

(1981)


Canto De Carnaval


Alí Primera, Cantor del Pueblo Venezolano


No Basta Rezar...


No, no, no basta rezar,

hacen falta muchas cosas
para conseguir la paz,
no, no, no basta rezar
hacen falta muchas cosas
     para conseguir la paz.     
 
Y rezan de buena fe
y rezan de corazón
pero también reza el piloto
cuando monta en el avión
para ir a bombardear
a los niños de Vietnam,
para ir a bombardear
a los niños de Vietnam.
 
Cuando el pueblo se levante
y que todo haga cambiar
ustedes dirán conmigo
no bastaba con rezar,
ustedes dirán conmigo
no bastaba con rezar.
 
En el mundo no habrá paz
mientras haya explotación
del hombre por el hombre
y exista desigualdad,
del hombre por el hombre
y exista desigualdad.
 
Nada se puede lograr
si no hay revolución
reza el rico, reza el amo
y te maltratan al peón,
reza el rico, reza el amo
y te maltratan al peón.
 
No, no, no basta rezar
hacen falta muchas cosas
para conseguir la paz,
no, no, no basta rezar.

La Guerra Imperialista